Este wombat se encontraba muy deprimido, pero sus cuidadores tuvieron una idea brillante

Los animales pueden enfermar, al igual que los humanos, a causa de los cambios anímicos, es importante que este tipo de problemas sea detectado con rapidez, ya que por muchas pruebas médicas que les hagamos, pocos resultados concluyentes podremos sacar.
Hoy nos hemos encontrado con una historia conmovedora, y es que los animales nos demuestran, una vez más, que el cariño es fundamental para vivir bien. Os vamos a presentar a Tonka, un wombat que sufrió muchas dificultades en su país de origen: Australia.
La madre de Tonka murió atropellada en el interior del país, fue entonces cuando este wombat fue rescatado y llevado al Santuario Animal Billabong, en Queensland. Sin embargo, un ciclón destruyó el centro en el año 2011 y el animal tuvo que ser trasladado temporalmente a otro centro. Tonka comenzó a deprimirse, a perder mucho peso corporal y perdió todo el espíritu jovial que tenía, el cuál enamoraba a todo el mundo.
Tras muchas visitas al veterinario y muchas pruebas nada concluyentes, dieron con la respuesta:
La depresión de Tonka se estaba haciendo cada vez más evidente.
Como el centro tuvo que cerrar durante ocho semanas, Tonka perdió la compañía de todos los visitantes que le daban mucho cariño y mimos.
Uno de los cuidadores tuvo una idea algo extraña: ¿por qué no darle un peluche de otro wombat? Cualquier intento podría valer para animarle.
En pocos días Tonka cambió radicalmente, se le veía feliz de nuevo, comía y jugaba. Amaba a su peluche, encontrando en él el apego que ya no tenía de los visitantes.
Con tanto cariño alguna que otra vez el peluche acababa con más mordeduras de las normales, por lo que se le cambiaba el peluche para que siempre lo tuviese reluciente.
Tonka ya tiene siente años de edad y ha vuelto a su ceentro de Queensland totalmente recuperado.
Ha recuperado todos los abrazos que tanto anhelaba, y sin ninguna duda, ha vuelto a ser un animal muy feliz.
Fuente: Tonkathewombat
Vía: wimp