Valiéndose de los avances tecnológicos, los científicos han hecho un increíble descubrimiento. Usando un dron han localizado un increíble ejemplar de ballena en las costas de Nueva Zelanda.
Su tamaño es tan increíble como el del krill que va a comerse. Este tipo de ballenas azules suelen ser como tres autobuses escolares en fila, por lo que verlas comer es todo un espectáculo de la naturaleza.
Cuando este enorme animal se dispone a engullir todo el krill alcanza de media una velocidad de 11 kilómetros por hora. Algo que dado su tamaño es más que impactante. La suerte es que el dron capta justo ese momento.
Cuando en ocasiones el krill no es tan grande como para interesar a la ballena, ésta atraviesa todo el banco de crustáceos sin comérselo. Estos animales seleccionan su comida, son tan grandes que no pueden permitirse gastar energía para tan poco.
Suerte que podamos ver ballenas en libertad de este modo. Así debería ser también con el resto de animales marinos que nos empeñamos en cautivar y aniquilar, como delfines y orcas. La naturaleza es mejor cuanto menos interviene el hombre.
Fuente: National Geographic

