5 errores que provocan lesiones en el gimnasio

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El gimnasio no es uno de los lugares más seguros si no somos lo suficientemente cuidadosos. Puedes sufrir lesiones graves si no somos conscientes en aquello que hacemos.

Sin embargo, la mayoría de las lesiones no ocurren de inmediato. Es solo cuando repetimos algunos malos hábitos durante mucho tiempo que comenzamos a sentir sus consecuencias negativas.

Pensando en ello, y en la importancia de la prevención; a continuación compartimos contigo algunos de los principales errores que desencadenan lesiones en el gimnasio.

No calentar

La mayoría de la gente comete el error de empezar a entrenar sin calentar primero. El entrenamiento de fuerza sin calentamiento es como comenzar de repente en una cinta para correr a alta velocidad.

Así que nunca olvides realizar un calentamiento apropiado.

Mala técnica de ejecución

Una mala técnica de ejercicio es probablemente el mayor contribuyente a las lesiones graves. Levantar pesas con una mala técnica probablemente sea peor que no entrenar. La realización de ejercicios con la técnica incorrecta ejerce presión sobre la columna y las articulaciones, activa los grupos de músculos incorrectos y contribuye a desproporciones y tensiones musculares fuertes.

Cargas demasiado pesadas

Muchas personas buscan pesos demasiado altos solo porque alguien ha levantado más que ellos a su lado. El ego no te permite hacer los ejercicios con menos peso. Al contrario de lo que parece, levantar más, no necesariamente es mejor y sin la falta de sensación muscular, no aceleraras el proceso de construcción de masa muscular.

Falta de buena activación muscular y mala selección de ejercicios

Un gran problema es la falta de activación muscular adecuada. Por ejemplo, al calentar, no activamos los músculos abdominales. Entonces, al hacer sentadillas o peso muerto, no podemos tensar y mantener adecuadamente el tono de los músculos centrales. Esta es una forma rápida de cargar la columna.

A menudo, los deportistas también eligen los ejercicios incorrectos, sobrecargando un grupo de músculos y sin involucrar completamente a otro. Por ejemplo, tensión excesiva en el acto del músculo deltoides anterior y falta de trabajo con el acto posterior.

No ajustar el nivel de avance a nuestras propias habilidades

Algunas personas se impacientan cuando no ven los resultados y alcanzan demasiado fuerte y demasiado rápido planes de entrenamiento. Los entrenamientos demasiado extenuantes, no adaptados a las habilidades de una persona determinada, traen más daño que bien; ya que pueden provocar un sobreentrenamiento y lesiones.

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