5 Tipos de parásitos y síntomas para saber si lo tienes

La fatiga, la ansiedad, el insomnio, el estreñimiento, la hinchazón, la pérdida de apetito e incluso la tos son solo algunos de los posibles síntomas de una infección parasitaria. Si bien algunos parásitos no causan síntomas en sus huéspedes, otros pueden causar enfermedades graves. La infección puede ocurrir a través del agua, el aire o los alimentos, los parásitos se alimentan tanto de los nutrientes en los alimentos consumidos como de la mucosa del área donde se asientan.

Tipos de parásitos y sus síntomas

Las infestaciones parasitarias más comunes son las que tienen gusanos, lombrices intestinales, tenias, toxocara, trichinella y giardia.

Tenias: es un gusano en forma de cinta blanca y es uno de los parásitos más peligrosos. Sin tratamiento, la tenia puede alcanzar un tamaño de hasta 10 my puede durar hasta 20 años en el cuerpo.

La infección por tenia puede causar dolor abdominal intenso, vómitos, náuseas, fatiga, mareos y dificultad para dormir e incluso convulsiones. Las larvas de tenia son las más peligrosas; Si no se tratan, pueden migrar al cerebro u otros órganos donde forman grupos que pueden provocar convulsiones, meningitis e incluso demencia.

Toxocara: la contaminación ocurre por la ingestión de tierra contaminada con huevos embrionados, de las heces del animal huésped: gatos y especialmente perros. Una vez ingeridas y alcanzadas el intestino humano, las larvas eclosionan, penetran en la pared y migran a través del hígado, los pulmones, los riñones, los músculos y los ojos. El cuerpo, a través de su reacción, previene la evolución de las larvas y posteriormente se desintegran y reabsorben, por lo que esta infección no es transmisible a otras personas.

Los síntomas clínicos más comunes son reacciones alérgicas, tos, disnea, anorexia, náuseas, fiebre e incluso manifestaciones oculares como neuritis óptica, neuroretinitis.

Triquinosis: es un gusano cilíndrico que puede contactarse al comer carne extraída adecuadamente, que puede contener las larvas de estos gusanos y que luego se desarrollan en el intestino humano. Este parásito causa la tasa de mortalidad más alta. Una vez desarrollada, la triquina puede salir del intestino y vivir en otros tejidos, como los músculos.

Los síntomas de inicio son dolor de estómago, cólico, diarrea, náuseas, vómitos y fiebre, y después de que las larvas migran del tracto intestinal al torrente sanguíneo y alcanzan los músculos, la persona infectada puede experimentar dolor de cabeza, hinchazón de la cara y las extremidades, conjuntivitis, escalofríos, hipotensión e incluso pueden llegar a enfermedades del sistema cardiovascular y nervioso: taquicardia, hemiparesia, infarto de miocardio.

Giardia: es una de las parasitosis más comunes y se debe a la falta de higiene y a la muy mala calidad del agua potable. Este parásito también se puede transmitir a través de los alimentos y el contacto directo. Las infecciones de giardia normalmente se tratan en unas pocas semanas, pero existe la posibilidad de que los problemas intestinales persisten mucho después de que se eliminen.

Los síntomas pueden variar: diarrea, calambres abdominales, heces y gases malos, vómitos intermitentes, molestias epigástricas, fatiga excesiva, anorexia.

Medidas de prevención

Higiene básica: el aspecto más importante para prevenir los parásitos es lavarse siempre las manos antes y después de ir al baño. Lavarse las manos antes de manipular o cocinar alimentos también es crucial.
Lave los alimentos: muchos gusanos intestinales se contactan a través de los alimentos que comemos. Lave bien las frutas y verduras, y cuando coma carne, asegúrese de que estén bien cocidas.
Beba agua potable: beba agua solo de fuentes seguras; Si no está seguro de la calidad y el origen del agua, es mejor hervirla o consumir agua embotellada.
Lleve a cabo una dieta saludable: coma alimentos ricos en vitamina C y vitamina A para fortalecer el sistema inmunológico.

Remedios naturales para las infecciones por parásitos

Clavo: tienen como compuesto principal "eugenol", que es un potente bactericida, comparable al fenol, que tiene la función de mejorar la secreción de ácido clorhídrico y matar las lombrices intestinales y sus larvas u huevos.

Ajo: los componentes activos en el ajo que matan a los parásitos son la alicina y el ajo. Estos compuestos también tienen propiedades antioxidantes para proteger contra la oxidación causada por las toxinas del parásito.

Semillas de calabaza: son un remedio natural que ha demostrado ser efectivo en el caso de parásitos con tenia, giardia y lombrices intestinales. Las semillas de calabaza son ricas en ácidos grasos y aminoácidos como la berberina y la cucurbitina que "paralizan" los gusanos intestinales y los eliminan.

Tomillo: contiene bioácido de eugenol y timol que ayuda a crear un ambiente propicio para los parásitos intestinales.