Bienestar de niños españoles se ve afectado por la pandemia, según UNICEF

El impacto del COVID-19 no solo se debe medir en función a la extraordinaria cantidad de decesos sino en los efectos colaterales que a la larga serán los más complicados de resolver.

Uno de ellos es el efecto negativo en el bienestar de los niños españoles víctimas de la pobreza, la desigualdad en la educación y del encierro obligatorio en casa durante meses.

Así lo piensa Unicef España que ha publicado “Cuadernos para el Debate. La infancia vulnerable en España: riesgos y reflexiones políticas ante la crisis de la COVID-19”, que es un análisis sobre el impacto de la pandemia en este grupo vulnerable.

El informe deja en claro que no se trata de un tema de coyuntura por la crisis sanitaria, sino que la pobreza infantil en la península es un tema estructural.

Hacia el 2019, España era el tercer país europeo con mayores índices de pobreza infantil con un 27.4%, vale decir unos 2.3 millones de niños pobres, y solo superado por Bulgaria y Rumanía. Tras el COVID uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza y exclusión social.

El informe refiere que la pobreza en España no debe entenderse como falta de alimentos o agua potable, la ausencia de escolarización o la nula posibilidad de acceder a servicios de salud.

Esta se entiende como una situación de desventaja por falta de recursos económicos: baja calidad de alimentación, fracaso y deserción escolar y falta de oportunidades para actividades de recreación y juego.

Si bien parece un detalle menor, el juego es un factor fundamental para el desarrollo de los niños y la clave para enfrentarse al mundo que le espera cuando se supere a la pandemia.

“Aunque parezca que el juego es solo para pasar el rato, lo cierto es que a través de esta experiencia el niño desarrolla habilidades para el aprendizaje. En un ambiente seguro y de relajación, el niño mejora su capacidad de retención de información. Otro aspecto, es que fomenta su imaginación con la construcción de realidades paralelas de la mano de sus juguetes”, afirma María Carmen Alzate, creadora del segmento Crianza Efectiva en SUPERGUAPAS.ES.

A decir de la especialista, el juego también es una estrategia educativa en especial durante los primeros años de la educación inicial. Sin embargo, desde el 14 de marzo de 2020, todo esto quedó de lado por la declaratoria del estado de alarma y la migración violenta a la virtualidad.

Sobre este punto, el informe de Unicef España refiere que, durante los seis meses de falta de clases presenciales, el primer impacto fue la gran brecha de acceso a la educación a distancia.

En España, el 14% de los alumnos no tienen ordenador en casa y el 44% sólo tiene uno para toda la familia.

El otro problema es que la mayoría de escolares retornó a clases con problemas afectivos y emocionales producto del confinamiento, la pérdida de un ser querido durante las primeras olas de la pandemia o con miedos patológicos de contagiarse y enfermar de gravedad.

Sin duda temas por trabajar en medio de una pandemia que sigue sin dar tregua.

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