La lección de un padre rico a su hijo

Cuando pensamos acerca de lo que significa ser rico o pobre, es probable que tengamos una imagen bastante clara en nuestras mentes. Pensamos que sabemos cómo es el hijo de los pobres, o el de los ricos.
Pero a veces, si miramos hacia atrás y bajo una nueva perspectiva, esta imagen puede convertirse en otra muy distinta, que habremos alcanzado tras reflexionar concienzudamente sobre ello.
Puedes hacerte una imagen de un niño pobre y un niño rico, pero esta historia seguro romperá los esquemas.
Seguro a escuchado o leído sobre historias de personas que pasan de pobre a rico, o de padre rico hijo pobre, por ejemplo.
Pero la historia que os mostraremos hoy fue escrita por Dan Asmussen y ha sido compartida por casi 300.000 personas.
Su moraleja pone de manifiesto que a veces es necesaria la percepción de un niño para recordarnos cuáles son las cosas más importantes.
Estamos convencidos de que esta nueva perspectiva te va a sorprender:
Un hombre rico decidió viajar con su hijo...
Un hombre muy rico llevó a su hijo a un viaje al campo para mostrarle cómo era la experiencia de ser pobre.
Pasaron unos cuantos días en una granja perteneciente a una familia muy pobre.
Después que regresaron
Cuando regresaron a casa, el padre se acercó al hijo para preguntarle qué le había parecido el viaje.
"Fue genial papá", respondió el hijo.
"¿Has visto lo pobre puede llegar a ser la gente?", preguntó nuevamente el padre.
"Sí, lo he visto muy claro", respondió el hijo.
El padre quiso saber lo que su hijo había aprendido aquellos días.
La respuesta del hijo
Su hijo le respondió:
Me he dado cuenta de que nosotros tenemos un perro y ellos cuatro. Tenemos una piscina que llega hasta la mitad de nuestro patio y ellos un arroyo que no tiene fin.
Nuestro jardín está iluminado con lámparas importadas, mientras que ellos tienen las estrellas durante la noche.
Nuestro patio llega hasta la pared que separa nuestra casa de la calle y ellos tienen todo el horizonte.
La respuesta continuó:
Nosotros tenemos un pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista.
Tenemos sirvientes que trabajan para nosotros, pero ellos sirven a otros. Compramos nuestra comida pero ellos cultivan la suya propia.
Tenemos murallas que protegen nuestra propiedad y ellos tienen amigos para proteger la suya.
El final de la respuesta fue más sorprendente
El padre quedó sin palabras ante la respuesta de su hijo, quien agregó después:
"Gracias papá, me has mostrado lo pobre que somos nosotros".
La gran reflexión que nos queda
A veces no somos conscientes de lo que tenemos, pero sí de lo que carecemos. Lo que no tiene valor para una persona, puede ser un gran premio para otra.
Todo dependerá de la perspectiva que lo miremos.
A veces se necesita la perspectiva de un niño para recordarnos lo que verdaderamente es importante.
Fuente: wimp