La historia del mendigo francés que ha publicado un best seller

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Jean Marie Roughol es un indigente parisino de 49 años, que lleva más de 25 años pidiendo limosna en las calles de París (Francia). Ahora, la vida le ha devuelto un golpe de suerte y puede presumir de haber superado la mendicidad. ¿Quieres conocer su asombrosa historia? ¡Sigue leyendo!

Un día cualquiera para él, en 2013, se encontraba pidiendo cerca de los Campos Eliseos, cuando de repente vio al reputado político Jean-Louis Debré, ex ministro del Interior en Francia, aparcando su bicicleta. Jean Marie pronto lo reconoce y se acerca a él para ofrecerle cuidar de su bicicleta mientras este hacía sus recados. El político, sorprendido por el generoso ofrecimiento, quiere devolverle el favor: "Escucha Jean-Marie, yo creo que tú tienes mucho que contar. Escríbeme tu historia. Escríbeme tu vida. Escríbeme un libro. Yo lo corregiré y encontraré un editor".

Fue a partir de ese momento, cuando la vida de Jean Marie daría un giro de 360 grados, comenzó a escribir sus memorias, desde su dura infancia marcada por el maltrato de su padre y la muerte de su madre, hasta cómo vivió su primera noche en la calle con apenas 20 años. Dos años después, en 2015, pudo publicar por fin, su obra: Pido limosna: una vida en la calle. El gran éxito del libro le ha llevado a convertirse en un best seller con más de 50.000 ejemplares vendidos, y a ser traducido al chino, el coreano o el checo. Gracias a los beneficios obtenidos de su publicación, Jean Marie hoy puede tener una vida más cómoda, vive en un estudio en alquiler donde puede dormir, comer y ducharse sin sufrir los problemas de vivir en la calle.

Aún así, cada mañana vuelve a la calle para seguir pidiendo limosna, por que al fin y al cabo es lo único que sabe hacer y las ganancias del libro le han servido para mejorar, pero no para salir de allí. Jean Marie compagina su trabajo pidiendo con la escritura de la adaptación de la obra al teatro, ya que según él, eso ha sido lo que le ha salvado la vida: "Las palabras, mezcladas de una determinada manera, también pueden salvar vidas. Si no hubiera escrito el libro, seguramente yo también habría muerto en la calle como muchos de mis compañeros muertos de frío, en accidentes o por enfermedades". Así, recuerda sus hazañas, con cierta nostalgia, pero con la felicidad de que gracias a haber compartido su duro testimonio con el mundo, hoy puede vivir bajo un techo.

Fuente: Facebook EL PAIS

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