Inseparables, el perro ayuda al niño autista a integrarse mejor

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Como ya hemos comentado en alguna ocasión en La Nube de Algodón, tener una mascota viviendo en casa con nuestros hijos conlleva muchos beneficios tanto para los animales como para los propios niños. La presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas de los niños. Esto se hace más notable aún cuando se trata de niños con problemas de salud o trastornos de conducta. Por ejemplo, como es el caso de los niños con autismo.

El autismo altera profundamente la capacidad del niño para comunicarse. Los niños autistas suelen comunicarse escasamente con el resto de las personas y no expresan demasiadas señales de afecto. Se ha demostrado que los perros ayudan a los niños autistas a aumentar su autoestima, a sociabilizarse y a desarrollar las habilidades del lenguaje.

Además, como es el caso de Tupper, el niño que conoceremos a continuación, estos niños pueden tener problemas para conciliar el sueño, ya que sufren constantes pesadillas.
Lego es la mascota de la familia de Tupper. Es un perro muy especial ya que, desde que llegó a su casa, ha hecho que Tupper no solo pueda dormir mucho mejor sino que, además, le ha ayudado integrarse mejor en la sociedad, a reducir sus problemas emocionales, a disminuir las conductas de fuga y mejorar la calidad de vida de su familia.

Sin duda, el mejor amigo que podría tener, y es que los perros nos demuestran que no solo son la mejor ayuda y terapia tanto para personas con movilidad reducida o invidentes. Sino que, en el caso del autismo, no iban a ser menos.

Fuente: rolloid

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