Pone una cámara en la cocina para ver qué hace su perro y acaba con un vídeo genial
Este perro no se corta ni un pelo. Vale que es su casa y que puede sentirse libre en ella, pero ya se sabe lo que dicen las abuelas: que después de medianoche no sucede nada bueno. Por esta vez tienen razón, porque a las 2 de la madrugada este dulce animalito comete una fechoría demasiado grave.
Pudo haberse salvado comiendo solo la primera cosa que agarra, pero no. Este animal es insaciable y prefiere la regañina que le espera a contener su gula.
Acaba destruyendo todo lo que toca. Y es que cuando el hambre aprieta, se pierden las formas.
Tira los cajones, prueba todos los platos y vuelve a repetir.
Aunque tuvo su oportunidad, después de tirar los cajones llegó al punto de no retorno. Seguro que debió pensar algo así como "de perdidos al río".
Por suerte, su humano se lo tomó a guasa y decidió doblar el vídeo poniendo voz a su mejor amigo. El resultado es desternillante, ¡no te lo pierdas!
Fuente: Parole de chat