¿Qué es un estilo de vida saludable? Aquí te lo contamos

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Muchas veces hemos escuchado hablar de “un estilo de vida saludable”. Pero, ¿realmente sabes a qué se refiere este término?

Bien, con el fin de responder esta duda, a continuación te hablamos más de este tema; así como de los pasos o elementos de los que se compone.

Echa un vistazo:

Inicia cada día con un desayuno rico en proteínas

Consumir un bollo o un bol de hojuelas dulces bañadas en leche parece ser una opción rápida, sabrosa y perfecta para la mañana. Sin embargo, en realidad no es la mejor opción. Este tipo de desayuno consiste principalmente en carbohidratos altamente procesados con grasa agregada y una pequeña cantidad de proteína. Mientras tanto, tomar un desayuno que contenga proteínas saludables es una excelente manera de comenzar bien el día. Este desayuno proporciona una saciedad duradera y reduce la probabilidad de comer en exceso más tarde en el día.

Agrega intervalos a tu rutina

¿Te gusta entrenar en el gimnasio con pesas y este es tu foco principal? Genial. El entrenamiento de fuerza es invaluable de muchas maneras. Sin embargo, el entrenamiento intenso a intervalos te ayudará a mejorar de manera efectiva la composición de tu cuerpo al quemar grasa y descubrir los músculos ganados con tanto esfuerzo.

Comienza con una sesión de intervalo de 15-20 minutos a la semana. En última instancia, puedes aumentar tu número a tres sesiones de 15 a 20 minutos. Donde, cada repetición, debe ser breve y muy intensa.

Tómate unos minutos al día para realizar ejercicios de visualización

Tu mente es tan poderosa como tu cuerpo. Por lo que, además de tu cuerpo, debes entrenar tu cerebro también. Tomarte el tiempo para visualizar tu éxito, ya sea en el gimnasio o en el campo o en el trabajo, te hará más exitoso en estas áreas.

Tómate 10 minutos antes de acostarte para despejar tu mente e imaginarte haciendo ejercicio. Asegúrate de estar realmente viendo esta escena y de seguir cada paso como si estuviera sucediendo en tiempo real en tu mente. Esta es una excelente manera de lograr tus objetivos.

Trabaja en tus debilidades

¿Sabes por qué tu press de banca está funcionando tan bien? Porque lo has hecho un millón de veces y probablemente eres muy bueno en eso y te gusta hacerlo. ¿Sabes por qué te cuestan tanto las sentadillas con barra? Como no eres particularmente bueno en ellas, no te gusta hacerlas, así que has encontrado una excusa para evitar incluirlas en tu programa de entrenamiento. Sin embargo, no puedes mejorar en algo que no haces.

Trabajar en las cosas que no te gustan es la forma más rápida de mejorar. Trabaja en tus debilidades para ser más fuerte y mejor en lo que haces.

Como regla general, cuando hacemos un plan nosotros mismos, evitamos lo que no nos gusta. Así que usemos la ayuda de un especialista.

Elimina los alimentos procesados de tu dieta

Sabes que todos los caramelos, patatas fritas y chocolates que guardas en tus alacenas no son buenos para tu salud ni para la composición de tu cuerpo y, sin embargo, los guardas, esperando un momento de debilidad que no puedes soportar.

¡No esperes este momento! Deshazte de este tipo de productos de tu hogar y no vuelvas a comprarlos nunca más. De vez en cuando, cuando nos apetece algo, podemos comprar un pequeño paquete de chocolate o chips de forma regular, pero nunca guardemos este tipo de productos en casa.

Presta atención al tiempo de recuperación entre series

Si ir al gimnasio no solo es entrenamiento, sino también un tiempo de relajación después de un día de trabajo y, a menudo, es una posibilidad de socializar; no obstante, jamás debemos olvidar los periodos de recuperación.

Los períodos de descanso entre series son uno de los aspectos más descuidados del entrenamiento, pero son fundamentales para tu rendimiento. Por ello, mantén bajo control los descansos entre series.

Comienza con un "diario de gratitud"

Se ha demostrado que los diarios de gratitud reducen los niveles de estrés, lo que a su vez puede ayudarte a dormir mejor, controlar tu apetito y eliminar la grasa abdominal.

¿Que tienes que hacer? Simplemente escribe seis cosas por las que estés agradecido cada día. Pueden ser tan simples como la gratitud por las deliciosas gachas de avena, conducir sin tráfico al trabajo o muy importantes como la gratitud de que tu padre haya podido vencer al cáncer. Este ejercicio no solo ayudará a tu cuerpo, sino que también te dará un poco más de sensibilidad hacia tu vida.

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