Robots mascotas acompañan a niños y ancianos durante la pandemia

robots scaled

La pandemia generó que millones de personas se aíslen de la sociedad y reconstruyan su vida en la soledad de sus hogares. Debido a las nuevas restricciones para evitar la propagación del virus, tanto niños como ancianos perdieron la oportunidad de socializar durante los confinamientos.

 

Para contrarrestar esta triste situación, algunas empresas tecnológicas lanzaron al mercado múltiples robots mascotas. Desde el 2020, la demanda de estos androides fue bastante exitosa, principalmente en países orientales como Japón.

 

Los robots mascotas más queridos

 

Es el caso del humanoide Robohon, creado por Sharp, que aumentó sus ventas un 130 % entre julio y septiembre del año pasado en contraste con 2019. Los portavoces de Sharp señalan que es uno de los preferidos por los menores y ancianos porque “habla, baila y adopta voz telefónica”, por lo que siempre parece estar entretenido.

 

Caso similar es el de Charlie, el robot de Yamaha, muy querido por sus tiernas características (cabeza redonda, nariz roja, corbatín parpadeante, voz cantarina). Aunque Charlie apareció en 2016 solo en Japón, actualmente goza de fama internacional y es estudiado por centros científicos debido a su excelente relación con los humanos.

 

Yamaha explica que una de las claves de su invento es que parece siempre estar dispuesto a platicar sobre cosas interesantes.

 

Un prototipo bastante curioso es Qoobo, de la empresa nipona Yukai, pues pese a ser una mullida almohada con una cola mecánica, se ha vuelto en una mascota más para los niños. Según informan los portavoces de Yukai, los pequeños gustan de Qoobo porque se mueve como una mascota real.

 

Además, en junio del año pasado se vendieron 1.800 de estos robots, obteniendo aproximadamente seis veces más ganancias que en junio de 2019.

 

Por otro lado, un modelo más antiguo pero no menos apreciado es el perro androide Aibo de Sony, creado en 1999 y que hasta ahora se mantiene vigente en las preferencias del público.

 

Más que robots: amigos y compañeros de terapia

Los robots mascotas, durante la pandemia, vienen siendo ‘íntimos’ compañeros de las personas, abandonando la categoría de mero entretenimiento.

 

Incluso para los menores con déficit de atención en el aprendizaje o hiperactividad existen los robots del proyecto Atent@, iniciativa de la Universidad Politécnica de Madrid que busca corregir a tiempo el comportamiento disfuncional de los niños, puntualiza Luis Castillo de Educalinkapp.com.

 

Varios testimonios recogidos por las empresas fabricantes de robots mascotas coinciden en que muchas veces estos peculiares androides se vuelven más cercanos que el entorno familiar.

 

Los niños llegan a verlos como amigos, mientras que para los ancianos incluso pueden formar parte de sus tratamientos. No en vano el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer de España recomienda la roboterapia animal para los pacientes con este problema, reconociendo sus beneficios para la salud psicoemocional y mental.

Subir