Corto, sencillo y ameno, que nos enseña lo irracional de continuar manteniendo animales cautivos

Este corto quiere concienciar a la gente de que hay que terminar con la práctica de mantener a orcas en cautiverio para el divertimento personal. Está dirigido por Fishy Thorn, Teon Simmons y Joey Cheers, y ganó el premio Phinfest Curator de este año 2015. En él, vemos como una niña va a visitar un parque acuatico donde está una orca en lo que parece el comienzo de su actuación. El final es inesperado y te dará qué pensar.

Gracias a la creciente sensibilización de las personas hacia el bienestar de los animales y la percepción de lo que es aceptable y lo que no con respecto al trato que les damos, la industria de los parques marítimos donde podemos ver a toda clase de animales cautivos y, entre ellos, a orcas, están en deterioro. Y esto no ha hecho más que empezar.

Las orcas pesan unas dos toneladas, los machos, y unas tres o cuatro, las hembras. En libertad recorren decenas de kilometros todos los días, son seres asombrosamente inteligentes y con una intensa vida social. Permanecen dentro de su grupo de por vida con el cuál interactúan constantemente y mantienen sólidos lazos.

Desde que se estrenó en 2013 el documental Black Fish, el descontento con estas practicas no ha hehco más que crecer. El Estado canadiense de Ontario ha anunciado que prohibirá la venta y compra de orcas. La compañía Virgin anunció en otoño que renunciaba a organizar viajes a parques que sigan capturando orcas. Loro Parque se enfrentó a una dura campaña para pedir la liberación de la orca Morgan. Sin embargo, la justicia determinó que debía seguir en la piscina porque no podría sobrevivir en libertad.

Kees Camphuysen, biólogo del Instituto de los Países Bajos para la Investigación Marina, afirma:

No hay ningún argumento que justifique mantener mamíferos marinos en cautividad en una era en la que cualquiera puede ver animales salvajes en libertad a un costo relativamente bajo, entre otros lugares en Canarias. Creemos que los cetáceos son personas no humanas, en el mismo grado que los grandes simios.

Esta claro que en la actualidad, no es una solución liberar a las que ya están cautivas pero, si están muriesen, no deberían de ser reemplazadas. Poco a poco, esta clase de parques deberían pasar a la historia.

Actualmente, no hay que irse muy lejos ni gastarse mucho dinero para ver animales en su hábitat natural. Está claro que no podemos verlos todos, al igual que no podemos viajar a todos los rincones del planeta (por lo menos para el común de los mortales), pero eso no justifica que se traigan animales de diferentes clases y zonas geográficas, a un recinto cerrado y meterlos en jaulas de por vida para nuestro disfrute personal. Es inmoral e impropio de un mundo cada vez más civilizado.