Vacas flotantes: una idea para tener leche sostenible

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Los 7.500 millones de seres humanos que poblamos el planeta Tierra necesitamos alimentarnos todos los días. Lamentablemente, un porcentaje de la humanidad lo puede hacerlo. Si pensamos que en la próxima década la población mundial se incrementará en, aproximadamente, 800 millones de personas, la escasez de alimentos puede llegar a entrar en estado de alerta roja. Aunque la industria alimenticia ha multiplicado su capacidad de producción, muchas veces las  ganancias económicas o las cosechas récord se logran a base de procesos que dañan la naturaleza. Por eso, en distintos lugares del mundo surgen proyectos sustentables, que buscan no generar contaminación y ser eficientes concluso de los recursos. Uno de ellos es el de las vacas flotantes: una idea para tener leche sostenible.

Cómo surge la idea de la leche sostenible

La historia comienza con una veintena de ganaderos en Rotterdam, Países Bajos. Este grupo de emprendedores apuesta por la producción sostenible de leche. ¿Cómo lo hacen? Embarcaron a 35 vacas en la primera granja flotante del mundo. Su idea se basa en el aprovechamiento del espacio acuático, que representa el 70% del planeta

El desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés), Peter Van Wingerden, explicó que las cuatro claves del proyecto son el bienestar de los animales, la circularidad, la sostenibilidad y la innovación.

Todas esas tareas están concentradas en una granja que produce alimentos saludables y que está ubicada cerca del consumidor; es decir, dentro de la ciudad.

Wingerden explicó porqué se decidió a recurrir a la construcción en el agua. Detalló que se decidió a dar un ejemplo para luchar contra la escasez de tierra y el cambio climático. También es un proyecto que busca encontrar un lugar en el rápido crecimiento de la población concentrada en las grandes ciudades. Y busca mostrar un ejemplo que acorte las largas distancias entre la producción de alimentos y los consumidores, que conduce a un mayor uso del transporte y, por lo tanto, a una mayor contaminación.

Una tragedia, una oportunidad

La idea nació en 2012, cuando Van Wingerden se encontraba en Nueva York. En aquel año, el huracán Sandy azotó con ferocidad la costa de Estados Unidos. El granjero protagonista de esta historia entonces se dio cuenta de la fuerza que tuvo un fenómeno natural para arrasar una ciudad y dejarla sin suministros.

"Lo que más me sorprendió fue ver lo vulnerable que eran a un fuerte temporal. La comida en Nueva York viene de lejos, los proveedores no fueron capaces de acceder durante días porque las carreteras estaban inundadas", recordó sobre aquellos días trágicos para “La Gran Manzana”.

Cómo viven las vacas flotantes

Las 35 vacas flotan en una plataforma de 1.300 metros cuadrados ubicada en el complejo de Merwedehaven, en la periferia del puerto de Rotterdam. La construcción se entre embarcaciones marítimas, recintos portuarios y vías acuáticas.

La granja posee tres pisos: uno destinado a múltiples usos, que sumergido en el agua. En la segunda planta está instalada la fábrica de lácteos. Allí se elabora el yogurt y se trata la leche. En la planta superior, al aire libre, están las mayores protagonistas de este revolucionario proyecto: pastan mansamente las vacas flotantes.

El coste de construcción de la Floating Farm fue de alrededor de 2,5 millones de euros. Para ser realmente sostenible, la granja flotante funciona a base de energía solar y cuenta con un espacio de almacenaje para guardar el agua de lluvia y luego reciclarla.

Mucho más que leche sostenible

Aunque el producto principal que se logra en la granja flotante es la leche vacuna, el proyecto tiene otras aristas muy interesantes.

Por ejemplo, en breve contará con un laboratorio de alta tecnología. Un plan paralelo se está desarrolla con el objetivo de mejorar el tratamiento del forraje para las vacas.

Además, los desarrolladores de la Floatin Farm esperan que en el futuro se puedan incorporar otros animales de granja al proyecto. Además, tienen proyectado el cultivo de diferentes hortalizas, siempre en un ambiente sostenible.

Como ya lo dijimos, la clave es la que todo lo que se produzca en esta granja sea sostenible. Por eso, la gestión del lugar se lleva adelante de acuerdo con la economía circular. La obtención y eliminación del agua, la generación de la energía necesaria, alimento para las vacas flotantes y el procesamiento de sus desechos, son procedimientos totalmente conectados entre sí.

Que las vacas no floten solas

Van Wingerden  y sus socios tienen previsto ampliar la superficie de la gran sobre el agua para darle espacio a un total 60 vacas. Con casi el doble de animales con respecto a la actualidad, la Floating Farm alcanzaría una producción de 1.500 litros de leche diarios.

Cómo dato extra, está planeado que robots participen de la alimentación del ganado y la recogida del estiércol. Este material, en sintonía con el concepto sostenible, será reciclado como fertilizante.

Si el proyecto tiene éxito en estos primeros meses, la plataforma se extenderá para albergar unas 200 vacas. Así, esta granja única en el mundo produciría unos 5.000 litros de leche diarios. Sus creadores también tienen proyectado albergar a 6.000 pollos. Y la creación de un invernadero flotante.

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