Canibalismo en la isla de los perros abandonados

La isla de los perros abandonados es un lugar muy particular que se ha ido conformando a raíz del abandono por parte de ciudadanos de Pulau Ketam de los perros que no querían que estuviesen en su población, pero lo que no sabían era que los perros no son lobos, y pronto se desencadenaría un horror que nunca antes hubiesen imaginado.

Los habitantes de Pulau Ketam deciden abandonar a los perros en una isla cercana

En la mayoría de países, las leyes intentan impedir el abandono de animales, y el propio Estado así como multitud de asociaciones son las que se hacen cargo de los animales que haya abandonados en la calle con el objetivo de evitar que se reproduzcan y todo llegue a una situación insostenible como ha ocurrido en Pulau Ketam.

Pulau Ketam es una isla que se encuentra ubicada en el oeste de Malasia, la cual tenía un serio problema con el volumen de perros abandonados que había por sus calles.

Se trata de una isla de pequeñas dimensiones, y que en muy poco tiempo vio cómo la población de perros en sus calles pasaba de decenas a cientos de ellos, lo que empezaban a ser un problema, del cual el gobierno no se quería hacer cargo.

Contactaron en varias ocasiones con las autoridades con el objetivo de que se hiciesen responsables de la situación, hasta que llegó un momento en el que fueron conscientes de que, o lo solucionaban por sus propios medios o la cosa iría a peor, ya que había aumentado el número de animales que tenían un comportamiento agresivo y atacaban y mordían a los ciudadanos.

Finalmente tomaron la decisión de coger a un total de 300 canes a los cuales llevaron a una pequeña isla vecina que se encuentra deshabitada, con la idea de que ahí harían su vida sin molestar ni atacar a los humanos, pero lo que no habían previsto es que la isla no disponía de comida para los perros.

La isla de los perros abandonados donde dominó el canibalismo

Sin embargo, la realidad distaba mucho de lo que habían programado, y es que los perros no son lobos, sino que dependen del ser humano, además de que se trata de animales domésticos que han perdido gran parte de sus habilidades para poder vivir de forma independiente.

Al no saber buscar su alimento, poco a poco la situación se convirtió en un serio problema para esta nueva población, de manera que algunos ejemplares fueron muriendo con lo que sus cuerpos fueron utilizados como alimento por los que todavía quedaban vivos.

Aquí empezaban los episodios de canibalismo que pronto se extenderían hasta el punto de atacarse entre ellos con el objetivo de matarse para poder comer, hasta que un grupo de activistas descubrió la situación y decidió poner cartas en el asunto.

Al hablar con los aldeanos, afirmaron que en ningún momento tuvieron la intención de que esto ocurriese, sino que lo que necesitaban era deshacerse de ellos para evitar el peligro que suponían sobre todo para los niños.

Cuando estos activistas pusieron los pies en la isla, vieron cómo los animales más fuertes atacaban a los más débiles, hasta el punto que por ejemplo encontraron un perro que estaba muy debilitado y chillaba fuertemente porque otros perros estaban intentando comérselo vivo.

Gracias a la intervención de estas personas, los animales que consiguieron sobrevivir fueron trasladados a un refugio de animales donde a día de hoy están siendo tratados y cuidados como merecen, dejando atrás los recuerdos y pesadillas que nacieron en la isla de los perros abandonados.