Este perro pasó de vivir en la calle a ayudar a una niña con un grave problema de salud
Todos los niños merecen un mejor amigo. Muchos lo encuentran entre los niños del barrio o el colegio y otros como Keanna lo tiene en su propia casa. Su mejor amigo es peludo, de 4 patas y le salva la vida todos los días.
Para esta pequeña niña de Winnipeg, Manitoba (Canadá), tener un mejor amigo es lo más importante en su vida. Su perrito Jerry Springer le salva la vida cada día.
Keanna tiene epilepsia, y sufre de ataques que no se pueden controlar con fármacos o terapia. Por eso su mejor amigo debe estar alerta a cada momento, para poder salvarle al vida.
Jerry es un perro entrenado en el Servicio de perros RAEM en terapia de convulsión.
Su trabajo consiste en abrazar literalmente a la niña cuando tiene algún ataque. De este modo, él nunca la abandona, los dos son inseparables.
Y no solo eso, porque este increíble perrito rescatado de las calles tiene otra habilidad. Jerry sabe cuándo Keanna va a tener una convulsión. Por lo general, 30 minutos antes de que suceda, tiempo suficiente para que sus padres puedan darle su medicación para detener o disminuir la gravedad de la convulsión.
Nadie sabe cómo lo hace, pero mediante la prevención de los ataques impide que el cerebro de Keanna se dañe aún más.
Jerry era un perro callejero. Pero fue rescatado y llevado a un centro de animales, donde parecía que podía estar su final. Sin embargo y por suerte un entrenador de perros de la Policía lo encontró y vio algo en el perro que le hizo escogerlo.
Su disposición amistosa y su inteligencia hacen que sea un candidato ideal para un perro usado en terapia. Fue así como Jerry llegó a la RAEM para ser entrenado.
Si la gravedad de los ataques de Keanna no disminuía iba a necesitar cirugía. Fue por eso que sus padres pensaron en la opción del perro. Le dieron a Jerry una oportunidad y un plazo de 2 días, al principio les estaba advirtiendo de ataques inminentes, luego avisaba con algunos minutos de antelación, luego con 10 minutos y finalmente con 30.
El perrito y la niña congenian a la maravilla y funcionan como un verdadero equipo.
Además se lo pasan genial los dos juntos. Y es que no solo son una niña y un perro que está entrenado para terapias contra la epilepsia, sino que son también mejores amigos.
Y como tales hacen todo juntos, salir a hacer excursiones, jugar, pasear y entenderse.
Hasta dormir. Disfrutan el uno con el otro. Quizá Jerry no imaginara que de las calles iba a pasar a vivir con Keanna, a ayudarla y a servirle como salvavidas. Y es que aunque muchas veces parezca el final no lo es, siempre hay algo mejor esperando a la vuelta de la esquina. Una nueva oportunidad, un mejor amigo o una aventura mismo.
Fuente: Thechive