Un experimento salvó la vida de un cordero prematuro y salvará la de muchos bebés

Un grupo de investigadores de Filadelfia (EE.UU) acaba de patentar una revolución científica. Se trata de la biobolsa, una bolsa de plástico sellada y rellena de líquido amniótico artificial, unida a un sistema de circulación que emula a un útero. Este experimento se ha desarrollado con el objetivo de que los bebés que nazcan muy prematuros puedan crecer y permanecer sanos ya fuera del vientre de la madre.

De momento lo han probado con éxito en fetos de cordero que, si no llega a ser por este invento, hubiesen muerto prematuramente. Sin embargo, se han desarrollado perfectamente dentro de la bolsa durante cuatro semanas y sin secuela alguna. Estos fueron extraídos del vientre materno mediante cesárea y monitorizados en el interior de la bolsa que simula a la placenta y conectados mediante su cordón umbilical a la bomba de circulación.

A medida que pasaban los días en su interior, la piel de los corderitos paso de ser rosada a lanuda y sus cerebros y pulmones maduraron. Estos corderos prematuros han seguido bajo supervisión y ahora, un año después de la prueba, están perfectamente sanos.

Aunque el sistema debe perfeccionarse para albergar fetos humanos, se puede considerar un experimento de éxito rotundo ya que es la primera vez que se ha conseguido nutrir y proteger en una bolsita a los que vienen al mundo demasiado pronto. Esto podría ser de gran utilidad para salvar la vida de los bebés humanos o animales prematuros, ya que aquellos que nacen antes de las 25 semanas corren el riesgo de morir.

Fuente: Playgroundmag y Euronews