Fue secuestrado de bebé para ser vendido como mascota; hoy es un oragután libre
Cuatro años han pasado desde que Paul Hilton conoció a Chocolate, el orangután que protagoniza la historia de hoy.
En 2012, este fotógrafo formaba parte del equipo de investigación Wildlife Asia, encargado de analizar las actividades ilegales de la industria del aceite de palma. Durante esta labor, el equipo encontró a Chocolate encadenado, maltratado y aterrado de cualquier ser humano que se acercase a él.
Según una entrevista concedida a The Dodo, Paul Hilton afirma que el pequeño orangután "llevaba un collar alrededor del cuello, mostrando que pertenecía a alguien, y había perdido algunas zonas de su pelo al dormir sobre superficies duras y frías".
Chocolate fue arrebatado de los brazos de su madre para ser vendido como mascota, algo que muchos creerán que se hace en secreto. Sin embargo, los hombres que secuestraron a este bebé hablaron animadamente con Paul, explicándole en detalle cómo cazan a estos animales.
Los cazadores localizan a una madre y cortan todos los árboles que hay a su alrededor para impedir que huya. Después, uno de los hombre sube al árbol y golpea a la mamá hasta que cae al suelo. Una vez que está inconsciente, le quitan a su bebé para venderlo en el mercado negro de mascotas.
Hilton y su equipo pagaron por la libertad de Chocolate, pero el pequeño necesitaba ayuda para recuperarse antes de ser devuelto a su hábitat. Con la ayuda del Programa de Conservación Sumatram Orangutan, Chocolate fue a un centro de rehabilitación, donde ha debido pasar mucho tiempo hasta superar el daño que le habían hecho.
El pasado febrero, Paul Hilton volvió a Indonesia para acompañar a Chocolate en su camino a la libertad. "No podía creer lo confiado que se había vuelto", contó a The Dodo.
El equipo que le ayudó en su recuperación lo vio marcharse junto a otro orangután rehabilitado, felices de saborear la libertad de nuevo y preparados para la vida que merecen.
