Muere Freddy, el perro de más de dos metros de altura
Seguramente muchos de vosotros habréis escuchado hablar de Freddy, un perro que destacaba por sus más de 2 m de altura cuando se ponía sobre sus patas traseras. Sin embargo, el tiempo ha vuelto a hacer de las suyas, y con una edad de tan sólo ocho años y medio, muere Freddy dejando atrás un montón de recuerdos y la alegría de los suyos por haberlo conocido.
Muere Freddy, el perro más alto del mundo
Los años no perdonan, y en esta ocasión le ha tocado irse a Freddy, el gran danés que era conocido en todo el mundo precisamente por haber conseguido entrar en el Libro Guinness de los Récords, debido a que era considerado como el perro más alto del mundo.
Este animal, propiedad de Claire Stoneman, tenía una medida de 103,5 cm de altura a la cruz, es decir, al punto más alto de la espalda del animal.
Sin embargo, cuando se ponía a dos patas, llegaba a alcanzar los 2,26 m, sin duda a la altura (y nunca mejor dicho) de los jugadores más altos de la NBA.
El animal ha muerto con una edad de ocho años y medio, lo cual entra dentro del margen de los gran danés, los cuales generalmente tienen una vida que oscila desde los ocho años y hasta los 10 años en el caso de los más longevos.
Aunque ya tenía una cierta edad y se sabía que tarde o temprano se iría al cielo de los perros, está claro que ni sus propietarios ni las personas que lo conocíamos por sus características tan particulares, nos habíamos hecho la idea de que este momento realmente iba a llegar tarde o temprano.
Freddy, el perro que pasó de enano a gigante
De hecho, la historia de Freddy sorprende bastante, y es que al nacer, se trataba del más pequeño de la camada, y de hecho, debido a su debilidad, tuvo problemas para poder alimentarse de su madre.
Debido a esto, Stoneman decidió adoptarlo antes de tiempo, para poder darle biberón y de esta forma evitar que incluso pudiese acabar muriendo.
Al final parece que los biberones tuvieron más efecto de lo que se imaginaba uno en un principio, y finalmente consiguió hacer de este bicho que, debido a su raza, ya de por sí es de considerables dimensiones, en el reconocido oficialmente como el perro más alto del mundo.
Un animal cariñoso y gentil
Además, su propietaria se deshace en elogios cuando habla de Freddy, y es que considera que este animal le ha dado algo muy grande, y que era uno entre un millón.
Su carácter amable, cariñoso y henchido de amor, lo convirtió en un miembro más de la familia, y en un indiscutible amigo para todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo.
Era un gigante gentil, digno de estos y otros muchos elogios, ya que triunfó por su estatura, pero realmente su vida no hubiese sido diferente de haber quedado como el más pequeño de la camada, porque su cariño y su forma de ser consiguieron encandilar prácticamente desde el primer minuto a todo aquel que estaba en su entorno.