No te pierdas la reacción de este rinoceronte huérfano cuando se acerca su cuidadora

Se dice que la naturaleza es salvaje. Y que los animales son fuertes y rudos. Por ejemplo, los rinocerontes son animales enormes. Duros, con grandes patas y un cuerno en la cabeza. Lo último que te imaginas de estos animales de fuerza descomunal es que sean tiernos. 

Pero ellos, como tantos otros, son en realidad un pedacito de pan. Son cariñosos y besucones. 

Unos cazadores furtivos acabaron con la vida de la madre de este rinoceronte. Aún sin el ejemplo de su madre esta cría sabe como repartir amor. Los pequeños rinocerontes se reúnen con sus cuidadores para sumar muestras de afecto. 

Les dan besos, mismos y caricias.

Los rinocerontes huérfanos comparten estrechos lazos con sus cuidadores porque imitan el vínculo que tenían con sus madres. Este vínculo se romperá cuando llegue el momento en que tengan que volver a la vida salvaje.

Poco a poco se reduce para preparar a los rinocerontes a la naturaleza a medida que se acercan a la edad en la que acaban su etapa en el centro de cuidados.

Aunque tenga que acabar todo este cariño merece la pena como parte de una experiencia de amor única. Aunque lo más justo sería que el amor se lo pudiera dar su propia madre y que los cazadores no existieran.

Fuente: Viral Hog