El origen de los regalos navideños

La Navidad está a la vuelta de la esquina. Aunque parezca mentira, estamos a punto de entrar en la recta final de un año que se ha pasado en un suspiro. Para muchas personas, la Navidad es la época más esperada del año, ya que es una ocasión ideal para disfrutar de la compañía de los seres queridos y compartir momentos mágicos. En poco tiempo, el espíritu navideño inundará las calles de todas las ciudades del mundo, y con él llegará la habitual entrega de regalos, una parte fundamental de la Navidad. La tradición de entregar obsequios, como los regalos navideños de Hofmann, en esta época del año no ha existido siempre. Por este motivo nos preguntamos: ¿De dónde viene esta costumbre de intercambiar regalos?

Existen varias teorías en cuanto a la tradición de dar regalos en Navidad. La más antigua se remonta a la Antigua Roma. Los romanos celebraban las Saturnales, unas fiestas paganas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, durante el solsticio de invierno, entre el 17 y el 23 de diciembre. Esta festividad coincidía con la finalización de las labores agrícolas y la siembra de invierno, por lo que todas las familias campesinas y los esclavos tenían tiempo para descansar en esta época del año. Además, también se celebraba el fin del periodo más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz, o nacimiento del Sol Invictus, culminando el 25 de diciembre con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de invierno).

Durante las Saturnales, los romanos visitaban a sus familiares y amigos, se intercambiaban regalos como símbolo para que la próxima cosecha fuera buena y celebraban banquetes públicos. Estas fiestas, que se prolongaban durante siete días, eran muy importantes para los esclavos, ya que gozaban de una gran permisividad: tiempo libre, raciones extras e incluso podían vestir las ropas de sus señores. Más adelante, Julio I, el trigésimo quinto papa de la Iglesia católica, cuyo mandato se extendió desde el 6 de febrero de 337 al 12 de abril de 352, fijó la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre, coincidiendo con el nacimiento del niño Jesús. Sin embargo, la mayoría de historiadores sostienen que Jesucristo nació en primavera, por lo que los cristianos se apropiaron de todos los elementos de las Saturnales con la intención de convertir a los paganos romanos a su religión.

Papá Noel y los Reyes Magos

Papá Noel (también conocido como Santa Claus, San Nicolás o Viejito Pascurero) es el protagonista de otra de las teorías más asentada sobre el origen de los regalos en Navidad. El origen de este personaje se sitúa en Licia (en la actual Turquía), antigua región del sudoeste de Asia Menor, a finales del siglo III, donde un niño llamado Nicolás de Bari quedó huérfano y heredó la fortuna de sus padres. Ese niño se convirtió en sacerdote y destinó parte de su dinero a ayudar a niños y desamparados. Según cuenta la leyenda, un día, este sacerdote concedió dotes para que tres hijas de un hombre viudo pudieran contraer matrimonio, arrojando tres bolsas con monedas de oro a través de la chimenea del hogar. Las bolsas cayeron en las medias que las niñas habían colgado en la chimenea para secar, dando origen a la costumbre de los regalos navideños

Junto a la figura de Papá Noel, también destacan los Reyes Magos. España es el país con mayor tradición sobre los Reyes Magos, aunque esta festividad (en la que los niños reciben regalos) también se celebra en otros países del mundo, como Bélgica, Austria, Polonia, Alemania, Argentina, México, Cuba o Puerto Rico. Esta costumbre es una tradición cristiana que tiene sus orígenes tras el nacimiento del niño Jesús, como recoge el Evangelio de Mateo, el primer libro del Nuevo Testamento. El Evangelio cuenta que unos magos procedentes de Oriente fueron guiados por una estrella hasta que encontraron al niño Jesús en un establo en Belén, junto a María y José, donde le entregaron oro, incienso y mirra. A pesar de lo que cuenta la Biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en la Edad Media.

Sea cual sea el origen de esta tradición, la costumbre de intercambiar regalos en Navidad ha adquirido un alcance universal en la actualidad, ya que estos pequeños gestos generan una gran ilusión en pequeños y mayores. Cada país tiene sus propias tradiciones navideñas, pero los regalos son elementos que nunca faltan en esta época mágica para compartir con la familia y todos los seres queridos. Por este motivo, esta tradición se convierte en la excusa perfecta para sorprender con regalos a quienes nos rodean y fomentar el espíritu navideño. Al fin y al cabo, la Navidad es la época de los regalos por excelencia.